En un estudio del INTA Casilda (Santa Fe, 2012) se aseguró que, por cada carguero que lleva soja al exterior, se pierden miles de toneladas de nutrientes de los suelos argentinos. Esos nutrientes, además, no son repuestos. Para Fernando Martínez, jefe de esa unidad del INTA: “Cada 40 mil toneladas de grano de soja se exportan hasta 8.700 de fertilizantes, de las que sólo se reponen el 37%”.
La especialista Graciela Cordone, también del INTA Casilda, detalló que en un barco cargado con 40.000 toneladas de soja se exportan 3.576 toneladas de nutrientes. Si la carga es de trigo, los nutrientes se cuentan por 1.176 toneladas y, en el caso del maíz, 966.
Los especialistas coinciden en que las 3.576 toneladas de nutrientes extraídos (nitrógeno, fósforo, azufre, potasio y magnesio) se equiparan a 8.735 toneladas de fertilizantes (urea, superfosfato simple, cloruro de potasio y sulfato de magnesio). Una tonelada de fertilizante tiene un costo promedio de unos 450 dólares, lo que generaría una descapitalización de, al menos, 3 millones de dólares por barco.
La técnica de Casilda graficó la pérdida: “Necesitaríamos 300 camiones para cargar los fertilizantes que contienen los nutrientes que se exportan en cada barco: de cada tres unidades de nutrientes sólo se repone una”.
“Hay que generar conciencia y cuantificar el valor económico de los recursos naturales a partir del cuidado de la materia orgánica del suelo que es un componente y a la vez un indicador de su calidad. Esto aún no es considerado como un hecho preocupante debido a las excelentes condiciones productivas del suelo argentino”, advirtió Cordone.
“La materia orgánica es un factor fundamental en la cadena agroindustrial”, aseguró la técnica del INTA. Por esto llaman ‘costo oculto’ a las pérdidas de producción, industrialización y de derechos de exportación ocasionadas por la disminución de materia orgánica y nutrientes en el suelo.
En este contexto, el jefe del INTA Casilda, comparó la situación nacional con la de Brasil y aseguró que allí “un productor sojero debe invertir más de 400 dólares por hectárea en fertilizantes para producir 4.000 kilos de la oleaginosa en un suelo rentable. Un argentino logra el mismo rendimiento por hectárea con 40 dólares, un costo 10 veces menor”.
¿Y mientras tanto qué hacemos? ¿Seguimos descapitalizando nuestro recurso nutricional del suelo y fuente de PBI?
En julio 2019, se presentó un proyecto de ley en la Cámara de Diputados para incentivar el uso de fertilizantes en la Argentina con un doble objetivo: conservar los suelos y mejorar los rendimientos de los cultivos.
La iniciativa busca ampliar la deducción como gasto adicional del impuesto a las Ganancias del 50% del monto deducible gastado en fertilizantes. Fue presentado por la Diputada Nacional por Santa Fe, Lucila Lehmann, quien se reunió previamente con la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y varias organizaciones agrarias, principalmente con la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA).
“Buscamos de qué manera se puede apuntalar al sector agropecuario. Se nos ocurrió este proyecto que más allá de ser beneficioso para mejorar los rindes, es un beneficio para los suelos que castigo tras castigo se van a ir desgastando”, destacó Lehmann a Clarín Rural.
Según el proyecto, esta iniciativa incrementará el uso de fertilizantes un 17,4% (en 2018 ascendió a 4,3 millones de toneladas) y el rendimiento de los cultivos aumentaría entre 4 a 6%.
Si bien tiene un costo fiscal inicial de U$S 216 millones anual, estos dos últimos factores harían subir la recaudación en U$S 61 millones por año a través de impuestos nacionales, por recaudación de derechos de exportación a la soja, impuesto a las ganancias, IVA e impuestos a los débitos y créditos, por lo que el déficit fiscal se recuperaría rápidamente, según aclaró Lehmann.
La funcionaria explicó que este proceso para deducir ganancias es un mecanismo simple, de fácil implementación porque es automático. “Cualquier insumo se descuento al 100% y con el proyecto, el fertilizante se descontaría al 150%”, sostuvo la legisladora.