Esta semana se conoció la aprobación condicionada del trigo HB4 tolerante a sequía, con una tecnología única a nivel mundial desarrollada por la empresa Bioceres. La noticia era, sin dudas, trascendente para la ciencia y el campo argentino. Sin embargo, los detractores no tardaron en reaccionar.
A través de un duro comunicado, 16 entidades de la cadena agroindustrial alertaron sobre el impacto comercial de la medida y criticaron al gobierno nacional por haber tomado una decisión de forma unilateral e inconsulta. Además, lo responsabilizan por los eventuales riesgos comerciales a las exportaciones de trigo y harina que la medida pueda ocasionar.