La gran presión tributaria en la provincia de Córdoba sobre los Ingresos Brutos (IIBB) impacta de manera significativa en la rentabilidad de la distribución de los agroinsumos. Como Cámara empresarial, en los últimos años venimos reclamando denodadamente ante las autoridades provinciales sobre su impacto, sin lograr la reducción de su alícuota. Muy por el contrario, este tributo ha ido incrementando. Esto se ve reflejado en los tipos de facturación empleados y asumidos actualmente.
En los resultados arrojados por la Encuesta de Distribuidores 2023 realizada por, vemos que cada vez más los tipos de facturación directa y por cuenta y orden (en total casi el 40%), en detrimento de la facturación propia, lo que podría generar aún menor facturación “genuina” en el área geográfica donde estos agroinsumos se consumen.
Las empresas distribuidoras de agroinsumos tratan de ser más competitivas con distintas estrategias:
– Escala comercial.
– Acceso a mejores condiciones comerciales con el proveedor (joint venture).
– Reducción de costos.
– Integración en financiación y en producción.
– Diversificación en nuevos productos y en nuevos mercados target.
– Prestación de servicios agrícolas y tecnológicos.
En el siguiente gráfico vemos que casi el 48% de las empresas distribuidoras en 2023 son semilleros multiplicadores. Similares resultados se registraron en la encuesta 2020 (52%).
Por otro lado, el 61,4% de las empresas hacen actividad de acopio de Cereales, mientras que en 2020 fue de un 52%.
La modalidad de acopio es preferentemente con planta (74%) con su correspondiente nivel de inversión al respecto.
A su vez, también hay quienes prestan servicios agrícolas de fertilizaciones, de pulverizaciones, de “Ag Tech” y de siembras asociadas. A continuación, en el gráfico 5, se muestra la incidencia de los servicios agrícolas en el distribuidor:
Otra de las actividades son las siembras propias. En el gráfico 6, observamos su importancia (casi un 60% vs. 68.70% respecto al año pasado), dando escala por los agroinsumos utilizados y por el volumen de acopio de cereales y oleaginosos generado.
Al hablar de los rangos de la superficie sembrada por los distribuidores, es necesario destacar que el rango más representativo fue el de 0-2000 has con el 42.31 % (vs. 56.1% en el mismo segmento en 2020).
El relevamiento realizado por CEDASAC continúa demostrando que el sector es competitivo por su trabajo, por la utilización de múltiples estrategias vigentes y por la búsqueda de otras más innovadoras que contribuyan a mejorar la cadena de distribución, por hacer los sistemas más sustentables, con responsabilidad social empresaria y pregonando el progreso de las comunidades donde estamos instalados.
Necesitamos también de la atención de las autoridades gubernamentales provinciales en las cuestiones tributarias (IIBB) para ser más competitivos, para lograr contribuir con equidad, con BPAs, con equilibrio ambiental, con más trabajo y desarrollo en el sistema agro-productivo.