“Dentro de las tecnologías de protección de cultivos, el tratamiento de semillas es una de las técnicas más innovadoras y beneficiosas para el ambiente. Ofrece simplicidad a los productores, garantiza la protección de la semilla tan pronto como se siembra y, a su vez, reduce la cantidad de fitosanitarios utilizados por hectárea, lo cual respalda el logro de una demanda social y productiva cada vez más presente: una agricultura más sustentable”.
Hacé clic acá para leer la nota de Susana Solá, jefa de Investigción y Calidad de Semillas de Rizobacter, para La Nación.